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Bruselas, 21 de agosto de 2017 (SIGNIS). En 1989, el entonces Secretario General de SIGNIS, Robert Molhant, escribió una crítica sobre la película Romero, producida por el sacerdote estadounidense Bud Kieser. Como parte de las celebraciones por los cien años del nacimiento de Monseñor Romero, Patrono de SIGNIS, reproducimos íntegramente, el texto de Molhant publicado en la revista Cine y Medios.
“Había decidido no servirme de un guionista católico para esta película” confiesa Bud Kieser, el religioso paulista americano que realizó Romero: “La mejor vida de santos que he visto en el cine, A Man for all Seasons, la escribió Robert Bolt, un agnóstico; y la mejor vida de Cristo llevada a la pantalla, El Evangelio según San Mateo, es obra de un marxista, Pier Paolo Pasolini. De las dos películas, ninguna es muy reverente, pero, más que emocionantes desde un punto de vista cinematográfico, son de una gran fuerza religiosa.”
Por esto Bud Kieser confió el guión de la película a John Sacret Young, pues consideró que “tiene un enfoque convencional del mundo cristiano y mantiene frente a la Iglesia Católica una relación tanto de odio como de amor.”
Riesgos
Preparando la película, el realizador y el productor fueron a El Salvador en plena guerra civil, “no hace falta morir para realizar una película, pero vale la pena arriesgarse para defender las libertades del pueblo salvadoreño”.
A través de testimonios de familiares de Romero, descubrirán el retrato de un hombre de Iglesia bastante tradicional, calmado, temeroso, que, al ser nombrado Arzobispo, se transformará por las responsabilidades de su trabajo pastoral. Amenazado de muerte, el Arzobispo continuará denunciando violencias y asesinatos. Bud Kieser y su guionista visitarán incluso los escuadrones de la muerte tiraban a sus víctimas, “nos mostraron dos sitios en los que yacen los esqueletos, despojados por los buitres. Aún tenían los brazos atados a la espalda, por medio de cuerdas”.
Tres millones de dólares eran necesarios para el rodaje de la película. Habiéndolos reunidos con dificultades, el productor confió la dirección a John Duigan, un realizador australiano cuya última película The Year My Voice Broke ganó cinco premios de la Academia de Cine de Australia.
Rodada en México
Impensable rodar la película en El Salvador. El equipo viajó a México, al pueblito de Ranchería, Tecajec y a Cuernavaca. Se contaba con la colaboración del ejército mexicano. Pero las autoridades militares, al descubrir que la película muestra las atrocidades cometidas por el ejército salvadoreño, no acepta la participación de sus soldados e intenta prohibir el rodaje; “desde el comienzo, tuvimos la impresión que hacíamos una película muy especial. Raúl Julia, el actor que encarna el papel de Romero, estaba identificado con el personaje. Todo el equipo, actores y extras vivieron intensamente esta aventura. Al término de dos meses, habíamos rodado la última secuencia, celebrando una misa e invitando a todos los amigos del rodaje. Eran 350 personas quienes festejaban la película con nosotros.”
Bien recibida en Montreal, la película inició su carrera en los Estados Unidos y Australia. La prensa canadiense recibió la película que “presenta algunas imágenes escalofriantes de una de las más sangrientas represiones que se viven en el mundo”.
Una película importante
Henry Herx, director de la Oficina de Cine de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos señala que Romero es una película importante: “los estadounidenses tienen una gran responsabilidad frente a los acontecimientos de América Central a causa de la política exterior de nuestro país. Aunque sólo se hace referencia a la ayuda militar americana –el Arzobispo Romero pide a los Estados Unidos suspender el envío de armas utilizadas para matar a los salvadoreños-, toda la película plantea la pregunta sobre el apoyo de Estados Unidos a regímenes represivos”. Dado que la película presenta escenas de violencia que la mayoría de los adolescentes situarán dentro del contexto, la conferencia de Obispos clasificó la película “A-II”, es decir, para adolescentes y adultos.