Las 26º Jornadas Internacionales de San Francisco de Sales son un evento anual que tiene lugar en la ciudad de Lourdes, Francia. Está organizado por la Fedération des Médias Catholiques, SIGNIS, el Dicasterio para la Comunicación y la Unión Italiana de Prensa Católica, con el objetivo de reunir a comunicadores católicos y asociaciones de comunicación de todo el mundo para discutir los temas más importantes del mundo de la industria de hoy.

Este año, la presidenta de SIGNIS, Helen Osman, intervino durante una de las sesiones de las jornadas de estudio bajo el tema "¿Somos la voz de la Iglesia?". Esta conferencia-debate pretendía comprender la combinación entre la identidad católica de los periodistas y el deber de informar, y cómo combinar sus identidades editoriales con la institución eclesial.

La intervención de la Helen Osman se inspiró en su ser madre y abuela. Afirma que mucho de lo que ha aprendido como comunicadora católica viene de ser madre y tener que comunicarse con sus hijos "Me comunico mejor cuando escucho bien a aquellos con quienes quiero comunicarme. Es más que diálogo; es tratar de entender la perspectiva de la otra persona, su visión del mundo, su dolor y sus alegrías". 

Helen retoma el Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones 2022, "escuchando con el oído del corazón". "Escuchar podría definirse como la cosa más desafiante que experimentamos como humanos. Escuchar activamente, escuchar de verdad, hace que deje de lado mi ego y mi agenda. Escucho con el oído de mi corazón, no para preparar una respuesta o para comparar lo que estoy escuchando con lo que ya sé, sino solo para entender. Escuchar es esencial para ser humano - y por lo tanto, esencial para lo que nos hace católicos". 

Así, debemos ver a la Iglesia como una madre que escuchará la crítica amorosa de sus hijos, "no es suficiente tener voces si no escuchamos, y la Iglesia debe escucharnos a cada uno de nosotros". Y para Helen, esas voces que durante décadas han sido silenciadas, ignoradas o dejadas de lado, ahora están siendo escuchadas en el proceso sinodal.

La Santa Sede describe la sinodalidad como "caminar juntos". Esa frase trae a la mente de Helen la historia en las Escrituras de los dos discípulos caminando hacia Emaús, y encontrando a Jesús. Al caminar juntos, se escuchan unos a otros, Jesús les escucha, y escuchan profundamente a Jesús. "¿No ardían nuestros corazones dentro de nosotros?" los discípulos se preguntan entre sí, después de que Jesús los deja.

"Al discernir lo que nuestro Santo Padre y el Espíritu Santo piden a la Iglesia en este proceso sinodal, a menudo mi corazón también arde. Cuando nos comunicamos profundamente, a nivel espiritual, cuando escuchamos no solo las palabras, sino las experiencias de los demás, todo nuestro ser - mente, cuerpo y espíritu - se involucra en la comunicación. El proceso sinodal crea comunión a través de la comunicación", dice Helen.